Divagando con… David Gómez

Publicado: 01/10/2013 en Divagando con...
Etiquetas:, , , , , , , , ,

¡Qué levante la mano el que esté leyendo este post y no haya pensado en alguna ocasión que su vida 2.0 a veces tiene más dinamismo y protagonismo que su yo real!

Si no lo has pensado aún, a lo mejor estás a tiempo de tomar medidas antes de que esta reflexión se convierta en una realidad. Para mí ya es tarde…

Hoy, en la entrega mensual de Divagando con… tengo la suerte de tener como contraparte a David Gómez, un auténtico experto en Redes Sociales y el entorno 2.0, para hablar precisamente sobre esto: cómo el «yo 2.0» se está comiendo con patatas al «yo real» en un nuevo marco de relaciones sociales del que es difícil escapar.

la foto

¿Me pasas el pan?

David Gómez

Hace algunos, mas bien muchos, años leí en un Reader Digest la historia de una mujer, profesional de alto nivel y acostumbrada a mantener una intensa vida social, que debido a su primer embarazo decidió apartarse un tiempo y dedicar un par de años a estar con su hijo.

Durante aquél tiempo su vida social se redujo a cero. Ni fiestas, ni cenas, nada, pero después de tres años decidió que quería volver a retomar su vida social, aunque estaba temerosa de haber perdido la práctica.

Llegó el día del reestreno, era una cena formal y allí estaba ella, sencillamente radiante y dispuesta a volver a ser el centro de la reunión. Comenzó la cena con el cóctel y los entremeses y comenzaron las primeras conversaciones, todo parecía ir bien. Primer plato, y cada vez se sentía más cómoda y relajada y atraía más y más conversaciones.

Pero el clímax llegó con el segundo plato. Ella hablaba animadamente y toda la mesa la escuchaba con asombro. Ella estaba extasiada y disfrutando del momento, hasta que se dio cuenta del por qué: mientras hablaba le estaba cortando la carne a su vecino de mesa como solía hacer con su hijo.  Verdaderamente hacía mucho tiempo que no salía.

Pues bien, durante los últimos meses he estado muy centrado en lanzar mis perfiles profesionales contactando y estableciendo nuevas relaciones a través de las redes sociales en la web, pero hace unos días me ocurrió algo singular. Estuve en la presentación de una asociación dedicada a promover las startups tecnológicas y todo era un extraño déjà vu. Por un lado conocía a muchos de los presentes pero solo de cara, esta era la primera vez que veía el resto del cuerpo. Había cruzado muchas palabras con ellos, pero no conocía sus voces. Nos conocíamos de antes, pero ¿de Twitter o de LinkedIn?

Hace apenas 10 años que se crearon las redes sociales en internet y ya tenemos más “amigos” en ellas que en nuestro mundo físico. Es cierto, las redes sociales nos están permitiendo ampliar nuestro universo personal, pero hay algo que les falta y de lo que no debemos privarnos: el contacto personal.

La posibilidad de dar un apretón de manos o, mejor aún, de dar un abrazo o una palmada en la espalda, de cruzar una mirada de complicidad o una sonrisa o, por qué no, una buena “bronca”, es algo de lo que no podemos prescindir.

Así que, seguiré cuidando y haciendo crecer mi red de contactos, pero creo que debo volver a recuperar mi mundo “desvirtualizado”, no sea que acabe enviándole un DM a mi vecino de mesa para pedirle que me pase el pan.

«Hola, soy Ikram y soy adicta a las Redes Sociales»

PerfilLo primero en llegar a mi vida fue Facebook. Era maravilloso poder estar al tanto de lo que le pasaba cada día a familia que tengo al otro lado del charco, recobrar el contacto con amigos que nunca debí perder de vista o saber cómo crecían los hijos de esas personas que siento tan cerca, pero que viven tan lejos.

Luego fue LinkedIn. Las cosas en el trabajo se empezaba a poner mal, así que había que comenzar a moverse. Esta Red parecía la solución a todos mis males. 

A continuación (tras un intento fallido), Twitter. Durante años, una de mis obligaciones laborales era estar al tanto de los teletipos de las principales agencias de noticias y, esta rutina, me dejó ya con hambre de espontáneos títulares de información.

Luego vino algún tonteo con otras redes que uso, pero que no suponen una relación estable en mi vida… y por fin, el blog.

Así, lenta pero afianzando el terreno, el espíritu 2.0 fue apoderándose de mí vida y sí, lo reconozco:

Hola soy Ikram y soy adicta a las Redes Sociales.

Mi vida virtual es bastante más aventurera que la real. Mi vida social tiene lugar con mucha frecuencia al otro lado de una pantalla. Es más, no creo que pudiese sobrevivir un día entero sin conexión a Internet.

En estas situaciones siento una especie de claustrofobia, que seguro que alguien ya ha bautizado, y que hace que mi capaciadad respiratoria disminuya según lo hace la cobertura del móvil

Vale, sí, igual es un poco exagerado, pero es cierto que, a día de hoy, mi relación con Internet es más que cordial. Y, para ser honestos, no tengo muy claro que sea algo malo. Desde luego, no me siento culpable.

En mi situación actual (desempleada y afincada en una zona residencial con una actividad más que limitada durante el horario comercial -luego es peor todavía-), creo que ha sido para mí una auténtica vía de escape.

Es verdad que constantemente relaciono lo que me pasa en la vida real con un posible post; o que hago fotos a cosas -que muchos considerarán estupideces- pensando en contar con imágenes para mi Almanaque en positivo, o para mi albún de iPhotos. Pero como soy muy muy sociable, creo que tengo cuerda para el mundo real, el virtual y para una tercera dimensión.

Ahora sí, voy a practicar el «propósito de enmienda» para eliminar uno de mis tics más reprochables en este asunto. Es un gesto que es muuuuuy feo y que además es síntoma de esta adicción. Sin duda es una falta de respeto que creo que incomoda bastante a nuestros contertulios: consultar o utilizar el móvil para mandar mensajes o WhatsApp mientras estoy manteniendo una conversación real con otra persona. Ahí es cuando si noto que el yo 2.0 empieza a comerse mi mundo real.  

¿Y tú? ¿En qué dimensión te encuentras?

¿Has notado ya algún síntoma?

comentarios
  1. Elisabet dice:

    David,

    La verdad es que considero que cuando te sumerges en el mundo del blogging efectivamente estás muy cerca de lo que comentas. Incluso me atrevería a decir que sí hablas de tu blog a alguien que no tiene uno te miran un poco «como un bicho raro».

    Es difícil encontrar el equilibrio entre nuestra vida «real» y nuestra vida «virtual», pero considero que es muy importante conseguirlo. ¿Por qué? Pues precisamente porque las experiencias en nuestra vida real nos pueden dar y ayudar a generar ideas que compartir en nuestra vida virtual. Además, nuestras mentes necesitan «abrirse» y no estar «atascadas» haciendo lo mismo, sea en FB, Twitter o donde sea. Una buena estrategia podría ser marcarse unas horas concretas de consulta (con sus excepciones, pero sin excesos).

    O quizá con la práctica y después de haber tenido algún «choque» con alguien en la vida real por estar «en babia» inmerso en tu vida «virtual» cuando te hablan.

    Gran post. Felicidades!!!

    Saludos desde Deutschland***

  2. Sí, últimamente no sé si vivo en Madrid o en Madrix, y sin tomar pastillas de colores ni nada. Al final parece que tienes al menos dos personalidades circulando por ahí, la de carne hueso y la virtual. A veces cuesta que vayan en el mismo sentido!

    Mi entrada en las redes sociales fue parecida a la que comentáis, aunque confieso que la inmediatez de Twitter de momento me supera. Poco a poco.

    Buen post y buen provecho!

  3. […] no me voy a enrollar más y os dejo el enlace al post “Divagando con… David“. Espero que os […]

  4. Juan Gasó dice:

    eeeeeeeehhhhh, esos amigos infantiles cómo molan se merecen una ola uuuuuuhhhhh

    jajajaja

    Genial el artículo ( o los artículos ).

    Un blog más a mi selecto club de lectura 😉

    Del tema mejor no hablo, porque ya pasé por eso y aún no sé si he aprendido o no de aquella situación.

    Saludos 😉

  5. IkramBarcala dice:

    Reblogueó esto en Salto al reversoy comentado:

    Una reflexión conjunta sobre nuestro «yo 2.0»
    Si a ti también te apetece «divagar» conmigo en http:/lainmortalidadelcangrejo.wordpress.com sólo tienes que hacérmelo saber lainmortalidadelcangrejo@gmail.com

  6. Menudo crack has fichado, cangreja! Muy interesante el tema planteado y muy buenos los dos artículos. A mí también me pasa que el mundo virtual ha llegado a tener tanto peso como el físico. Llevo desde finales de enero dedicándole muchas horas (desde que abrí el blog), y la verdad es que resulta apasionante. Estoy conociendo a gente estupenda, con la que he llegado a desarrollar una confianza y un buen rollo inimaginable antes de meterme en este follón. Puedo decir que he hecho nuevas amistades que me están ayudando mucho en mi camino y que las siento muy cercanas pese a que no nos conozcamos en persona. Ese es el único fallo del invento: la falta de contacto físico. Para mí sigue siendo muy necesario estar con gente a la que pueda ver, abrazar, con la que conversar cara a cara, así que, siendo Internet un territorio amigo que me ha ayudado de forma impagable durante los casi dos años que llevo en semiparo, no lo cambio por el mundo tradicional. Son complementarios.

    Por cierto, sí, ve deshaciéndote del tic ese, anda, maja. Besos!

    • IkramBarcala dice:

      Gracias!! Es que hay que saber rodearse de los mejores y esta sección me da pie a ello. Empecé con un crack y de uno a otro voy cada mes. Y con David ha sido la traca (esperemos que no final).
      Por cierto ¿No has tenido nunca la sensación de que los amigos virtuales son como los amigos imaginarios infantiles de cara al mundo real?
      Lo del tic va fenomenal, lo he sustituido por el ganchillo 😉
      Besos!!!

      • ¿Amigos imaginarios infantiles…? Ejem… esto… ¿Estás bien? No estarás viendo ahora mismo a un conejo gigante… Jajaja… Es broma. Los amigos virutales (apréciese el sutil cambio de orden de ‘u’ y ‘t’) sois un apoyo impagable.
        Mucho mejor el ganchillo. Besos!

        • IkramBarcala dice:

          Jajaja! No hay nada como un amigo virutal!!!!

          Ya pondré fotos del bolso de ganchillo que le acabo de terminar a mi niña!

          Muack!

Y a ti ¿Qué te parece?